DANIEL MEDINA | VOLVER |
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A modo de fábula, nube camino río / río camino nube, nos ofrece imágenes mediadoras de símbolos atenazantes que se nos arrojan con velocidad y aplomo. Imágenes fieramente delicadas, pendientes de una basta percepción sutil.
Las piezas de Jose Casas denotan presencias vivas hundidas en adentros a los que nos asomamos para hallar campos abiertos. A través de sus pinturas que median la instalación, se nos presenta un diálogo con lo quebrado, bajo un hacer y deshacer constante: unir, separar, romper, lijar, pintar, lijar, pintar, lijar, pintar… Con la atención puesta en las obras, las marcas en la obra explicitan el proceso de su propia creación, caracterizada por un estudio de las formas y la materialidad. Halla en ellas una impresión perceptual de largo agotamiento, a través de la fractura, lo agrietado, el accidente, en gestos acumulativos y supresivos. De manera que estos límites entre pérdida y encuentro, accidentado-resignificante, derrumbamiento y sostén, señalan la indescriptible sensación que queda fuera de las palabras pero que invoca en la presencia de sus piezas. El uso de diferentes formatos implica una fuerte vinculación espacial. Dan pie a consideraciones significativas entre lo representado, el espacio de representación, y el lugar que ocupan entre sí, llegando entonces a la cualidad de lugar, de hábitat y por tanto, de presencia.
Estas imágenes trabajadas hasta el punto del desgaste, tejen un puente con las imágenes de la memoria misma: lejanía, borrosidad, fragmentación, familiaridad, desconocimiento… Nos acercamos a un mundo propio de imágenes suspendidas, deterioradas, frágiles, pero con lustre y robustez. Existe en estas creaciones la condición de supervivencia al margen del camino. Gruta de exilio, sueño y visión. Se muestra un terrible pathos que contiene elementos de sacrificio, donde, extrañamente por esto, adquiere a su vez una mirada tierna. Estos deterioros implican el surgir y posteriormente aparecer, de una imagen que el artista va siguiendo “sin saber muy bien hacia dónde, pero hacia algo que señalan. Son situadas en un mundo de difícil acceso pero ya te encuentras sumergido en él.”
El trabajo de Jose está fuertemente imantado a temas sobre la infancia, la muerte o el animal. Dibujo infantil, Art Brut, arte rupestre, jeroglífica egipcia, estatuaria funeraria azteca, códices medievales, emblemas renacentistas, o series de animación de los 2000 vinculados a su niñez, forman parte de un variado imaginario que toma como referencia. Así como la atenta observación de elementos cotidianos en formas de expansión y convergencia, dado que la influencia perceptiva que provoca la activación de las cualidades imaginativas forma un papel fundamental en la elaboración de las obras. Tales son los fenómenos apofénicos resultantes de las superficies elementales: grietas y oquedades, puertas de casas derruidas, nubes o manchas de luz…
Nube, fuente, ciprés, espina, tumba, lago, son algunos de los títulos que según el artista “quieren comprender el aire que las rodea, y pronunciarse como un lazo irremediable al vacío tensionado que la imagen da a la palabra”.
Jose Casas parece apreciar bajo la cualidad de refugio aquellas sensibilidades imaginativas en procesos de recíproca desubicación y pertenencia al mundo. Cristalizado en gestos e indicios, en sus pinturas podemos sentir esta extraña coincidencia, en sus palabras: “desde el marco del desgarro, terrible, terrible, terrible, ver los brillos de misterios y milagros que en lo cotidiano parecen habitarlo todo. Y digo todo, asumo lo que este todo supone. Nada inocente.”
nube camino río / río camino nube, nos sitúa pues, ante imágenes de lectura lenta, atenta, conglomerada, en movimientos contradictorios. De virtudes polares y múltiples lecturas, que examinan varios planos a la vez, dada a ser descompuesta, intervenida al tacto duro del paleógrafo, al tacto suave del epigrafista.
Nos sitúa ante un límite emocional capaz de sostenerse y derrumbarse fuera de sí, que continúa y se rinde a la vez, que comprende con intensidad una muerte y vida simultánea.
Texto de Teresa Soto Tafalla 🗋