DANIEL MEDINA | VOLVER |
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Killed by a Kestral es un proyecto de producción artística multidisciplinar actualmente en expansión, y predominantemente pictórico, que toma la figura del castillo y su campo semántico (dragones, fortalezas, tesoros, conjuros, etc.) para forjar un mundo narrativo propio. Este mundo hiperboliza una autobiografía poco explícita, pero abierta y sincera.
Tanto las pinturas como los dibujos siguen el mismo proceso de materialización: el bocetado previo, el bosquejo en el soporte y las primeras manchas se realizan con la mano izquierda, mientras que se completan y afinan con la mano derecha. Lejos de ser un recurso puramente estilístico, este método busca simular la factura de un niño. La mano derecha ultima la obra, busca la innovación estilística y la huida del confinamiento de la obra sobre sí misma para su comprensión. Además, muchos iconos y símbolos provienen de dibujos infantiles, habitualmente personales o del entorno cercano, así como del folklore y su reformulación moderna.
En este proyecto, el castillo se concibe como un símil del cuerpo. Como señala el arquitecto Juhani Pallasmaa, en la arquitectura existe una metáfora de doble correspondencia: el cuerpo es una metáfora de la casa, y la casa es una metáfora del cuerpo. Esta metáfora de doble correspondencia se reescala a la frontera y la epidermis, como espacios que separan interioridad y exterioridad.